El apacible Lago Tepuhueico se ubica al centro de la Isla Grande de Chiloé. A pesar de su escala, 14 km² de superficie, es uno de los lagos menos habitados e intervenidos de la isla, consolidando así una reserva natural de flora y fauna nativa. Sus aguas fluyen a través del Río Bravo, configurando una imponente cascada para finalmente tomar el impulso que las lleva a decantar en el Lago Huillinco.
Entre el lago y la cordillera se encuentra la zona más inexplorada del parque. Bosques vírgenes y siempre verdes, cuya densidad invita al descubrimiento de una amplia gama de flora y fauna nativa. Estos bosques se caracterizan por su dinamismo y variedad de aromas. Se les suele denominar ‘sociedad de bosques’, puesto que albergan ejemplares en distintas etapas de maduración que, en su proceso evolutivo, han negociado un equilibrio que ha consolidado su subsistencia. Esta maravillosa área del parque es accesible a través de Huillinco, lo que facilita la entrada a este mundo verde y misterioso.
La singularidad del paisaje de la costa abierta de Chiloé está dada por su geografía. Desfiladeros abruptos esculpidos por un mar impetuoso construyen la escena, mientras que piedras fósiles nos hablan de su pasado geológico. Los vientos provenientes del Pacífico ingresan en sentido oriente-poniente, modelando los bosques achaparrados y las dunas de arena blanca. Los ríos provenientes del poniente descienden a la costa, dando origen a lagunas costeras, donde confluyen las aves marinas con la avifauna característica del bosque interior. La ligereza de la vegetación favorece el avistamiento. Este paisaje espectacular es accesible a través de Cucao, una puerta de entrada al mundo natural de la costa chilota.
La singularidad del paisaje de la costa abierta de Chiloé está dada por su geografía. Desfiladeros abruptos esculpidos por un mar impetuoso construyen la escena, mientras que piedras fósiles nos hablan de su pasado geológico. Los vientos provenientes del Pacífico ingresan en sentido oriente-poniente, modelando los bosques achaparrados y las dunas de arena blanca. Los ríos provenientes del poniente descienden a la costa, dando origen a lagunas costeras, donde confluyen las aves marinas con la avifauna característica del bosque interior. La ligereza de la vegetación favorece el avistamiento. Este paisaje espectacular es accesible a través de Cucao, una puerta de entrada al mundo natural de la costa chilota